¡¡Buenos días precios@s!! Como ya os comenté la semana pasada, esta semana NO habría chocolate por ningún sitio, bueno un poco de cacao para decorar pero poco más.
Esta receta la tenía pendiente de preparar desde..... (uffff!!! ni me acuerdo). Más que nada porque me recordaba a las típicas tartas de queso que venden en los supermercados, esas que estan en la sección de yogures, esas que tienen un tamaño mini o pequeña y que a mi de pequeña me pirraba, admito que aún me siguen encantado.
Estuvieron muy de "moda" a primeros de año, todo el mundo preparaba este tipo de pastel, se veían en tropecientos blogs de reposteria, videos en youtube, etc. Y supongo que acabé saturada de tanto verla que acabó la receta en el fondo del cajón durante un montón de meses, hasta que hace unas semanas ordenando todo el menaje, libros y cosas para el blog, en unos de los libros que estaba colocando ví que sobresalía un gran trozo de papel y al abrir el libro por dicha hoja ví la receta, así que me entraron las ganas locas de prepararla.
Como también acompañaba el tiempo ya que había bajado la temperatura unos cuantos grados, encendí mi
precioso horno de 12 años que tiene un buen trote encima ( digamos en funcionamiento), cogí la receta del libro de Postres y otras dulcerías de Pamela Rodríguez (bloguer de Uno de dos) y me metí en mi cocina para ver si salía o no la receta. Y como podéis comprobar a salido (aplausossssssss!!!).
He realizado algunos cambios en la receta, la cantidad de huevos, la cantidad de azúcar y le he añadido un poco de canela para darle mi toque personal a la receta (como sabéis amo el saborcito de la canela) y poco más.
Al finalizar la receta tenéis algunos consejos que os recomiendo que leais antes de prepararla. Ahora ya no enrollo y os dejo con los ingredientes.
Ingredientes
55 g de mantequilla
170 g de azúcar
450 g de queso tipo Philadelphia
5 huevos L
Ralladura de 1 limón
100 g de leche
60 g de harina
20 g de maicena
1/2 cucharadita de cremor tártaro
1 pizca de sal
1/2 cucharadita de canela
Preparación
En un cazo calentamos la leche con la mantequilla y el azúcar. Dejamos templar unos minutos.
Vertemos esta mezcla sobre el queso crema, removiendo con unas varillas hasta crear una mezcla homogénea.
Por otro lado separamos las yemas de las claras.
Añadimos las yemas a la mezcla anterior (queso crema, leche, etc), junto con la harina, la maicena, la canela y la ralladura del limón. Aparte, montamos las claras a punto de nieve con el cremor tártaro ( si no tenemos se puede sustituir por unas gotas de zumo de limón) y la pizca de sal.
Incorporaremos las claras a la mezcla anterior, poco a poco y con movimientos envolventes de abajo a arriba.
Engrasar un molde redondo de unos 20 cm forrado con papel sulfatado (el típico papel de horno) y que sobresalga de la parte superior para cuando el pastel suba no se desborde.
Precalentamos el horno a 150°
Hornear al baño maría (como cuando hacemos un flan casero) con calor arriba y abajo, durante más o menos 1 hora y 15 minutos. Una vez que lo tengamos hecho , apagamos el horno y dejamos el pastel dentro hasta que se enfríe por completo .
Consejos:
- Utilizar un molde de esos que son de aluminio de uso profesional, como de una sola pieza para que lo le entre agua a la masa (Que levante la mano quien no lo hizo? YOOOOO, pero lo pude solventar a tiempo).
- Si no os gusta la parte superior del pastel muy dorada (como en mi caso) cuando queden 15 minutos, tapamos la parte superior con papel de aluminio.
- Para desmoldar primero dejarlo a temperatura ambiente.
- Refrigerar un mínimo de 6 horas
- Podéis decorar la superficie del pastel con la ayuda de un stencil y cacao en polvo o con azúcar glas.
(Receta del Blog Uno de Dos)