A lo largo de estos años he probado cientos de bizcochos, con diferentes texturas, sabores, esponjosidades (si existe esta palabra en el diccionario) y formas, pero nunca había elaborado un bizcocho de esta manera. ¡Vale! ahora os estaréis preguntado, ¿de que manera?. Vamos a ponernos en antecedentes, la mayoría de veces los bizcochos se elaboran añadiendo ingredientes, primero líquidos y luego los sólidos, hasta formar una masa homogénea y seguidamente al horno. Esto es lo que siempre se suele hacer en la gran mayoría. Pues en esta ocasión la cosa no va así, sino que se realizará una parte de la receta al baño maría. Sí, sí como leéis al baño maría y solo una parte. ¡¡Flipante, verdad!! Si que he "horneado" un bizcocho al baño maría pero que la elaboración lo sea, no. En esta receta haremos como el "cremado" al baño maría.
"El cremado es cuando batimos los huevos con el azúcar o la mantequilla con el azúcar hasta que esta mezcla doble de volumen y coja un tono blanquecino" La verdad y con sinceridad, esta receta no tiene mayor complicación, es como hacer un bizcocho básico pero con ese punto diferente de la elaboración y el resultado final es muy muy parecido a los bizcocho elaborados con mantequilla. Con esa textura más compacta y con una miga más seca, así que se podría decir que este bizcocho es perfecto para rellenar y cubrir con alguna crema. Solo se puede comer, pero mojado en chocolate o relleno con alguna crema estará supremo. Así que vamos a por la receta. |
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